Cuento 2

La excursión al lago

Era una calurosa mañana de primavera . En la orilla del río se reunían , como cada día , los animalitos del bosque para asistir a las clases del ciervo . A nuestra pequeña Oli le encantaba ir a la escuela , solía decir que aprendía muchas cosas y que se lo pasaba en grande con sus compañeros , entre los cuales se encontraban el búho Einstein , el pato Newton y el oso Galileo , entre otros.


Después de las clases, de camino al árbol, Oli iba pensando hacia donde podía dirigirse aquella tarde. Le encantaba pasar las tardes conociendo lugares diferentes en los que experimentar sensaciones nuevas. En esa época del año, los días ya iban siendo cada vez largos y esto hacía que Oli pudiera  realizar excursiones cada vez más lejos, sin miedo a que le cogiera la noche.

Lo tenía claro. Quería ir al otro lado del bosque, junto al lago. Le habían comentado que en aquel lugar había una pequeña cabaña de madera, en donde vivía un niño amante de los animales. Ella quería conocerlo, pues las historias que había oído eran extraordinarias, dignas de ser vividas. Cogió su mochila, se despidió de sus padres y de su hermanito pequeño y se adentró en el bosque camino del lago. Aquel día iba a ser diferente . . .


Llevaba ya un buen rato caminando, cuando decidió parar un poco a descansar debajo de un gran nogal. Estando ya un poco dormida, de repente, un buen golpe en la cabeza la despertó. Le había caído una nuez. Decidió entonces que era hora de merendar y se dispuso a subir a lo alto de aquel árbol para comer unas cuantas nueces. Estando en aquella rama, intentando alcanzar unas nueces, éstas se precipitaron al suelo, llegando la vez. Pero en otro intento de querer alcanzar otra nuez . . . le volvió a caer, pero esta vez se desprendió con ella una hoja. Pudo observar que no llegaron al mismo tiempo al suelo, como había ocurrido con las nueces,  sino que la hoja tardó en llegar . . .
Se preguntó entonces: ¿Por qué las nueces cayeron a la vez y la hoja del árbol tardó mucho más en llegar al suelo, si están a la misma altura…?¿ . . . Será porque pesan diferente?

De repente, apareció entre las ramas el búho Leonardo, que había observado a la pequeña Oli, y le preguntó . . . ¿ Y qué pasaría si tirases una piedra y una nuez? ¿Caerían al mismo tiempo?

-       Pues yo creo que llegaría antes al suelo la piedra, porque pesa más . . . - Contestó Oli-

-      ¿Por qué no intentas tirar otras cosas al suelo para saber si caen a la vez?- Dijo el búho.

Decidió entonces experimentar para verificar su hipótesis, la cual se basaba en que los objetos pesados llegaban antes al suelo. Entonces  tiró desde lo alto de aquel árbol varios objetos: primero una piedra y una nuez, luego una piedra y una rama, una hoja y una rama, etc… y observó que algunos objetos no caían a la vez, mientras que otros si.

-       La hoja va volando . . . porque pesa poco . . .  -Exclamó Oli-

-       Muy bien Oli, es una buena apreciación! Déjame que te cuente una historia- Dijo el Búho-
 . . . En los primeros tiempos de la ciencia, se solía aceptar que los objetos más pesados caían más deprisa que los ligeros. En realidad, querida Oli, Aristóteles, un famoso científico, intentó establecer una relación matemática entre el peso  de un objeto y su velocidad de caída. Alrededor de dos mil años más tarde, Galileo desmintió aquella antigua teoría. Experimentó con diversos objetos, como has experimentado tú, y concluyó que era el aire y no el peso lo que hacía que algunos objetos cayeran más lentamente que otros. La ciencia moderna ha demostrado que si eliminamos el aire, los objetos caen a la misma velocidad independientemente de lo grandes o pequeños que sean y de la forma que tengan. Cuando los astronautas llegaron a la luna, dejaron caer una pluma y un martillo para ver cuál llegaba antes al suelo . . . . sabes lo que ocurrió?

-       ¿Cayeron a la vez?  -Dijo Oli-

-       Efectivamente Oli, la pluma y el martillo llegaron al mismo tiempo - Dijo el Búho-

Entre las cosas que había cogido Oli del suelo para tirar desde aquel árbol, se encontraba una que le llamó especialmente la atención. No era una piedra como las demás, parecía una piedra mágica . . . Se la enseñó a Leonardo y exclamó:
-       Mira que piedra tan bonita . . .

-       Es ámbar. Sabes lo que es el ámbar Oli? – Preguntó Leonardo-

-    Si, lo dimos en clase, aunque nunca lo había visto! No sabía que era tan bonito… Bueno, en realidad no es una piedra, sino que es una resina fosilizada, verdad? –Dijo Oli-

-       Así es Oli. Qué te parece si hacemos un experimento? – Preguntó Leonardo -

-       Siiii, me encantan los experimentos! –Exclamó Oli-

Entonces, el búho Leonardo le dijo que se frotara su patita con el ámbar  y que luego la acercara a una pluma que se encontraba allí tirada en el campo. Oli, siguiendo las instrucciones del búho, comenzó a frotarse el ámbar en su patita izquierda. Mientras, el búho Leonardo le preguntó:

- Qué crees que pasará si acercas el ámbar a la pluma?

Oli se quedó pensativa por un momento y contestó que no pasaría nada. Sin embargo...cuando acerco el ámbar a aquella pluma . . . no se podía creer lo que estaba viendo. La pluma se había pegado a la piedra. ¿Cómo podía ser eso posible? Oli estaba muy sorprendida.

-       ¡Es magia!- Exclamó Oli- ¡Sabía que era una piedra mágica!

-       No mi querida amiga, es electricidad estática. La palabra "electricidad", de "elektrón", quiere decir ámbar. Viene precisamente de un experimento realizado por el filósofo y científico griego Thales de Mileto, mediante el cual se dio cuenta de que frotando bruscamente un trozo de ámbar con piel o un paño se le podía pegar una pluma simplemente acercándola, tal y como acabas de hacer tu!

-      Entonces . . . si froto el ámbar a mi patita y lo acerco a una nuez…también se pega?- Preguntó Oli-

-        Tu que crees?- Preguntó Leonardo-

-        Que sí! - Afirmó Oli rotundamente-
-        Prueba y verás lo que ocurre, querida amiga.- Dijo Leonardo-

Oli lo llevó a la práctica, pero pronto observó que aquel experimento no funcionaba…
-       ¿A qué podrá ser debido? –Preguntó Leonardo-

-       A que la nuez pesa más que la pluma? –Contestó Oli dudando-

-       Así es, sólo funciona con objetos livianos, que pesan poco.

-       Entonces . . . qué es lo que curre para que se pegue la pluma? –Preguntó Oli-

-     Sabes, la electricidad estática se pone de manifiesto mediante fuerzas de atracción y repulsión. Hay dos tipos de electricidad: la positiva y la negativa. Al frotar el ámbar con tu patita, el ámbar se carga de electricidad estática negativa. La pluma estaba tranquila, con cargas eléctricas tanto positivas como negativas. Pero al acercar ambas cosas, las cargas positivas de la pluma son atraídas por las negativas del ámbar, y se juntan en la parte de la pluma  más cercana al ámbar; en tanto sus cargas negativas se van hacia el otro lado. Como las cargas positivas y negativas se atraen, la pluma sigue al ámbar, intenta “unirse” con él. -Le contó Leonardo-

La ardilla lo había entendido perfectamente. Le dio las gracias al Búho por aquella explicación y prosiguió su camino.

Ya podía ver la casa entre las ramas. Era una pequeña y bonita cabaña, con un precioso jardín lleno de flores de todos los colores.
Cuando llegó por fin  a la cabaña observó que allí no había nadie. ¿Estará abandonada?-Pensó-

De repente escuchó un sonido que provenía de detrás de la cabaña. Oli fue rápidamente.Allí había un pequeño parque pero en él tampoco había nadie…. El parque tenía un columpio y un tronco largo que Oli desconocía lo que era. Cuando se sentó en un extremo, el otro extremo del tronco se levantó.  Oli se asustó y en ese mismo instante se escuchó una carcajada salir de la casa. Era David, el niño del que tanto le habían hablado.

-       No te asustes pequeña ardilla –Dijo el niño- Es un poco grande para ti…

-       ¿Por qué está este tronco aquí? Alguien se podría lastimar . . . -Dijo Oli algo enfadada-

 David le comentó a Oli que se trataba de un balancín. Era un juego el cual consistía en balancearse de arriba abajo, pero para que funcionase, siempre tenía que haber otra persona al otro lado, ese era un requisito imprescindible.

Oli seguía sin entender muy bien el mecanismo de aquel extraño juego.

-     ¿Un balancín?- Preguntó extrañada Oli- Pero…por qué tiene que haber otra persona? No entiendo . . .

-    Mira, si yo ejerzo un poco de fuerza sobre el otro lado del tronco…tú te levantas…¿a que sí?, por eso es necesario que haya el peso de otra persona en el otro lado del balancín. Pero en cambio, si me siento, al pesar mucho más que tú, yo quedo abajo y tú quedas arriba. No nos balanceamos y el juego no es divertido…

-       Ah… ya entiendo . . . -Dijo Oli pensativa-

-       Déjame que te cuente una historia. -Dijo David-
 . . . Hace muuuchos años, el matemático griego Arquímedes había salido a dar un paseo por el muelle de Siracusa, su ciudad natal. Allí entabló conversación con un constructor de barcos, quien se lamentó de haberse destrozado la espalda levantando un barco para embrear el casco. Pero Arquímedes sólo le escuchaba a medias, pues le habían distraído un par de niños que estaban columpiándose sobre un tablón de madera colocado en equilibrio sobre una piedra. Cuando llegó otra niña y se sentó en un extremo del tablón detrás de uno de sus amigos, el columpio dejó de funcionar. Los niños resolvieron el problema moviendo el tablón, de manera que un extremo quedase más cerca de la piedra. Después volvieron a sentarse, un solo niño en el extremo más largo y dos en el corto, y el juego se reanudó normalmente. Arquímedes comprendió en el acto las implicaciones de lo que acababa de ver y corrió con el armador a su astillero para ponerlas en práctica. Introdujo el extremo de un palo largo bajo el casco de un barco y colocó junto al barco un tronco en el que apoyar el palo para hacer palanca desde el otro extremo. A continuación, levantó el barco empujando el extremo libre del palo hacia abajo con una sola mano.
Después, Arquímedes compuso una simple fórmula sobre el funcionamiento de la palanca: cuanto más larga es la palanca, más fácil es levantar pesos con ella.

-       ¿Te gusto la Historia amiga Oli? – Preguntó- Como puedes ver, el mecanismo del tobogán, ``la palanca´´, sirve para muchas cosas.

-       Oli, asombrada asintió con la cabeza y contestó: entonces…cuando esté buscando comida y tenga que levantar un tronco o una piedra . . . podré hacerlo con otro palo?

-       Efectivamente, dependiendo siempre del peso que quieras levantar el palo tendrá que ser más o menos grande y largo.
Oli miró en su pequeño reloj y vio que se estaba haciendo tarde. Pronto anochecería y era hora de volver a casa. Tenía que darse prisa, la noche en el bosque podía ser peligrosa . . . .
Se despidió de su nuevo amigo dándole las gracias por contarle aquella increíble historia que le iba a servir mucho en su día a día, y se adentró de nuevo en el bosque.
Por el camino, iba recordando todas y cada una de las experiencias vividas aquella tarde. Tenía muchas ganas de contar todo lo que había aprendido.
Desde aquella tarde Oli siguió visitando la cabaña del lago  . . .
 
Y patachín patachán, investigando . . . ¡cosas nuevas descubrirás!

Reflexión Didáctica . . .


1. Qué debe y qué puede entender un/a alumno/a de Educación Infantil sobre temas relacionados con la física.

Los niños y niñas, a través del contacto directo con el entorno, perciben algunos fenómenos atmosféricos, físicos y naturales que les llenan de curiosidad, y sobre los que desean recibir información que les explique el por qué de tales acontecimientos,  tal y como nos comenta Vacas (2009). En esta etapa, la observación y la experimentación son dos principios metodológicos básicos e imprescindibles para el desarrollo de los más pequeños. Ellos ya llegan a la escuela con unos conocimientos previos sobre los cambios que ocurren en el mundo que les rodea, y los docentes son los encargados de potenciar la curiosidad de los más pequeños para que mediante  experimentos e hipótesis adaptados a su nivel, se acerquen al por qué de tales cambios.

Los niños actúan de manera involuntaria, sus actividades son indiferenciadas, pero a medida que maduran sus estructuras orgánicas y que pueden controlar progresivamente sus impulsos, actuando cada vez de manera más autónoma, llegarán a ser capaces de centrar su atención en objetos y situaciones que envuelven su vida, que les conducirá progresivamente a percibir, reconocer y a diferencia las regularidades que se producen en los elementos y situaciones inherentes a su entorno, atribuir significados e intencionalidades, a establecer asociaciones entre los estímulos que percibe y entre estos y sus respuestas de manera que éstas son cada vez más evolucionadas.
(Bloque Temático I).

2. Propón una pequeña experiencia que permita tratar de forma experimental en la etapa infantil alguna otra disciplina de  la física no tratada en esta práctica.

Flotabilidad. "Pasas saltarinas"

    Para trabajar la flotabilidad haremos un experimento muy sencillo a la vez que divertido que llamará la atención de los más pequeños.
Para esta práctica nos podemos distribuir de distintas formas, cada niño puede tener todos los materiales, tener los materiales cada grupo, o incluso lo podemos hacer en la asamblea, necesitando en este caso mucho menos material.
Materiales
  • Vasos ( uno por cada niño o por cada grupo).
  • Pasas.
  • Bebida gaseosa.
Procedimiento
    Echamos bebida gaseosa en un vaso. A continuación, cogemos las pasas y las vamos introduciendo en el vaso y observamos lo que ocurre (en un primer momento las pasas se hunden, pero después suben y bajan como si estuvieran saltando).

Explicación científica

    Las pasas son más densas que la gaseosa, por lo que inicialmente se hunden hasta el fondo del vaso. Los refrescos carbonatados emiten burbujas de dióxido de carbono. Cuando estas burbujas se adhieren a la superficie áspera de una pasa, esta se levanta debido al aumento de la flotabilidad. Cuando la pasas llega a la superficie, las burbujas revientan y el gas de dióxido de carbono se escapa en el aire. Esto provoca que las pasas a pierdan flotabilidad y se hundan. Esta ambivalencia entre flotar y hundirse continúa hasta que la mayor parte de las emisiones de dióxido de carbono se ha escapado. Además, con el tiempo, la pasa se empapa y se convierte en demasiado pesada para subir a la superficie.
 

3. Valora la actividad que has realizado en general. Qué has aprendido desde el punto de vista científico?

    Con lo que respecta a esta segunda práctica, hemos investigado sobre temas ya conocidos por nosotras, como son: la gravedad, la palanca y la electricidad estática. A través de dichos temas, hemos aprendido, o más bien, recordado ( puesto que son prácticas que la mayoría de nosotras hemos realizado en el colegio) el porqué de los distintos fenómenos que se nos presentaron a través de la formulación de hipótesis y de la experimentación. A su vez, hemos aprendido que aunque pensemos que sabemos algo, podemos estar equivocadas y es necesario contrastar opiniones y experimentar para saber si realmente estamos en lo cierto, o por el contrario pensábamos erróneamente.

4. Y desde el punto de vista didáctico?

    Desde el punto de vista didáctico, con esta práctica hemos aprendido a emplear el Método Científico*. Por medio de dicho método, intentamos dar respuesta a las distintas cuestiones que se planteaban. Este es un método muy sencillo de llevar a la práctica tanto por nosotras como por los niños de infantil. Dicho método implica pensar, experimentar y llegar a una conclusión que explique la actividad o fenómeno. De tal manera, en la presente práctica lo hemos llevado a la práctica por cada una de nosotras en cada tema tratado. De este modo, hemos aprendido a cómo presentar experimentos a los más pequeños, mostrando un fenómeno, actividad, problema... y dejando que sean los alumnos
los que lleguen a una conclusión mediante la formulación de hipótesis y de la experimentación.

    Algo que debemos tener presente, es el hecho de crear ambientes colaborativos en el aula, de modo que entre los niños se ayuden para llegar a dicha conclusión. Así mismo, sabemos que debemos favorecer un ambiente de aprendizaje en donde los niños se sientan cómodos para participar de una manera activa en el aula, en donde equivocarse no sólo está permitido, sino que forma parte del aprendizaje.

*Ver apartado de Blog``Método Científico´´.
5. Reflexiona sobre los posibles peligros, las precauciones y cualquiera otro aspecto relacionado con la seguridad a la hora de realizar experiencias de física con alumnado de Ed. Infantil.  

    Debemos prestar especial atención a los posibles peligros que pueda haber en nuestras aulas y/o laboratorios con respecto a los experimentos realizados en las mismas. Así mismo debemos tener la capacidad de anticiparnos a las distintas situaciones que se nos puedan presentar. Los niños tienen que ser conscientes de los peligros, por lo que los docentes tienen que hacerles ver los riesgos que hay en cada actividad, así como las precauciones a tener en cuenta para hacerlo de la manera más segura.

    Si bien es cierto que en la etapa de infantil no se emplean materiales peligrosos, pero hay que tener en cuenta que un material cotidiano nos puede ocasionar algún tipo de plroblema si se emplea de modo incorrecto. En este aspecto tenemos toda la responsabilidad de que los alumnos empleen los materiales de manera que no les suponga un riesgo. Así, a la hora de programar actividades, debemos de tener este punto muy presente, teniendo en cuenta tanto los materiales que necesitamos como sus posibles peligros.



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